Tomoko Daido
(Obama, Japón, 1976)
Tomoko Daido se define principalmente como fotógrafa y rechaza el calificativo de artista. Su práctica surge de una vocación social, alejándose de la idea autorreferencial y tantas veces egocéntrica de la práctica fotográfica de hoy. Con esta distinción señala la materia principal con la que trabaja: la memoria. Su proyecto "Murmur" nos lleva a imágenes de aquellos sitios que han quedado grabados en la memoria colectiva, no tanto de su país de acogida, Estados Unidos, o de su país de origen, Japón, sino esa memoria que ha marcado generaciones de todo el mundo occidental. Imágenes impresionantes que hemos visto a través de la pantalla: Chernobyl, la caída del muro de Berlín, la caída de la Unión Soviética o la posterior guerra de los Balkanes, y de cómo es posible que algo así pueda volver a suceder en Europa.
Daido trabaja con la memoria colectiva y busca los restos sobre el terreno -Una arqueología de lo que permanece escondido a simple vista- como quien va a comprobar de primera mano que aquellas imágenes que lleva grabadas en la memoria realmente pertenecen a un sitio y son hechos reales. Pero lo que fotografía no lo podemos situar en un tiempo o un lugar concretos. Sus fotografías escapan a la crónica. Se trata más bien de fotografiar aquellos sitios que parecen cargados, densos, pesados, impregnados de la misma memoria de lo que un día sucedió y hace tiempo que intenta cicatrizar.