Mercis Rossetti
(Barcelona, España, 1989)
El sentimiento amoroso es una mezcla de instinto y aprendizaje cultural. “Amor de lagarto” es una oda al amor y al desamor, a los cuerpos que se mezclan y desdibujan sus límites. En las pieles, el sudor y los intercambios. A todo lo que es placer y que se transforma en dolor para volver a empezar. A los amores poco convencionales, a los amantes, a los examantes ya todas aquellas partes del cuerpo que no existen sin otro.
Existen partes del cuerpo que son imposibles de catalogar. Conviven en el umbral entre otras dos anatomías que sí poseen nombre propio. No hay forma de nombrarlas más que por descripción de dónde se encuentran. Son espacios de unión y convivencia. Son el límite físico entre elementos definidos. El aglutinante que permite a un cuerpo existir como unidad completa. Son "anatomías liquen".
Por lo general no existen de manera consciente hasta que otro las activa mediante el tacto. Viven inactivas. El pliegue entre los dedos de las manos y los pies, los huecos entre las costillas, la unión entre el cuello y la parte posterior de la oreja, el espacio entre clavículas justo por encima del esternón, la piel bajo las uñas cortas. Todos estos fragmentos tienen algo de fantasma, de ausencia por falta de atención y viven en hibernación a la espera de que alguien ajeno las active.
La necesidad del roce de la piel y el tacto de los cuerpos se puede ver en esta serie de fotografías analógicas en color y blanco y negro donde cada una de ellas conforma un eslabón de la cadena infinita del amor y el desamor.
Estructura Estació 3 (Mapa)